sábado, 26 de febrero de 2011

A MARGARITA DEBAYLE

Margarita... está linda la mar,
y el viento lleva esencia sutil de azahar; 

yo siento en el alma una alondra cantar tu acento: 
Margarita, te voy a contar un cuento...

Este era un rey que tenía un palacio de diamantes, 
una tienda hecha de día y un rebaño de elefantes. 
Un kiosko de malaquita, un gran manto de tisú, 
y una gentil princesita tan bonita, Margarita, 
tan bonita, como tú. 

Una tarde, la princesa vio una estrella aparecer; 
la princesa era traviesa y la quiso ir a coger. 
La quería para hacerla decorar un prendedor, 
con un verso y una perla y una pluma y una flor. 


Las princesas primorosas se parecen mucho a ti: 
cortan lirios, cortan rosas, cortan astros. Son así. 

Pues se fue la niña bella, bajo el cielo y sobre el mar, 
a cortar la blanca estrella que la hacía suspirar. 
Y siguió camino arriba, por la luna y más allá; 
(más lo malo es que ella iba sin permiso del papá).

Cuando estuvo ya de vuelta de los parques del Señor, 
se miraba toda envuelta en un dulce resplandor. 
Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho? Te he buscado y no te hallé; 
¿y qué tienes en el pecho que encendido se te ve?». 

La princesa no mentía. Y así, dijo la verdad: 
«Fui a cortar la estrella mía a la azul inmensidad». 

Y el rey clama: «¿No te he dicho que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!... El Señor se va a enojar». 

Y ella dice: «No hubo intento; yo me fui no sé por qué. 
Por las olas o en el viento, fui a la estrella y la corté». 

Y el papá dice enojado: «Un castigo has de tener: 
vuelve al cielo y lo robado vas ahora a devolver». 

La princesa se entristece por su dulce flor de luz, 
cuando entonces aparece sonriendo el Buen Jesús. 

Y así dice: «En mis campiñas esa rosa le ofrecí; 
son mis flores de las niñas que al soñar piensan en mí». 

Viste el rey pompas brillantes, y luego hace desfilar 
cuatrocientos elefantes a la orilla de la mar. 

La princesita está bella, pues ya tiene el prendedor 
en que lucen, con la estrella, verso, perla, pluma y flor. 
(Rubén Darío, poeta nicaraguense)

No hay comentarios: