Tienes nueve años
¡quieres ser mujer!
Tu cara de niña
ansiosa por ver...
(Tiene nueve años
mi niña-mujer.)
Tu madre te mira
y al hacerlo ve
con pena que empiezas
a hacerte mujer...
(Mi niña querida
¡ya quiere correr!)
Tus ojos, tan negros,
ávidos por ver
todo lo que el mundo
te quiere ofrecer...
tus ojos hambrientos
están, por saber.
Y yo te imagino
pequeñita aún,
cuando tus bracitos
me extendías, tú...
cuando a tu muñeca
vestías de tul.
Te ponías mis tacones
y jugabas “a mamá”.
¡Desbordabas tus amores
al bebito, acariciar!
Y cantabas las canciones
que yo te enseñé a cantar.
Por éso, niña querida,
¡déjate por mí, mimar!
Permite que entre sus brazos
mamá te vuelva a acunar...
(que, a veces, yo desearía
¡que me arrullara, mamá!)
(Chari, febrero, 1987. Copyright © Library of Congress)
No hay comentarios:
Publicar un comentario