Las manos de los poetas son como estrellas...
iluminando mi senda: ¡las manos de Gabriela!
Las manos de los poetas –manos huesudas–
extendidas al cielo: ¡las manos de Neruda!
Las manos de los poetas son manos finas...
blancas, de seda pura: ¡las manos de Alfonsina!
Las manos de los poetas energía son, y salud,
cantan al amor, sedientas... ¡Juana de Ibarbourú!
Las manos de los poetas son cual palomas:
blancas, mansas, sinceras... ¡encantadoras!
Las manos de los poetas nunca descansan;
manos infatigables, tejen y labran.
Las manos de los poetas sencillas, son, y tranquilas,
dispuestas en la faena... ¡son tus manos, son las mías!
(Chari, 31 de diciembre, 1986. Copyright © Library of Congress)
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